12 de septiembre de 2007

Concierto

Concierto en celebración del
Día del Libre Pensamiento



1º Parte: G. Fauré - Réquiem Op. 48
Solistas:
Maria Virginia Majorel (soprano)
Leonardo Fontana (bajo)

2º Parte: Handel - Selección de Coros del Mesías
“And the glory of the Lord”
“And He shal purify”
“For unto us a Child is born”
“Glory to God”
“His yoke is easy”
“Behold the Lamb of God”

Coro de la Camerata Exaudi
Dirección Musical: Pablo Dzodan
Pianista acompañante: Mirta Di Martino

Sábado 22 de Septiembre - 18:30 Horas
Gran Templo del Palacio Cangallo

Entrada Libre y Gratuita

Organiza R:. L:. Giordano Bruno Nro. 38

7 de septiembre de 2007

Conferencia: La situación energética en nuestro país, análisis y soluciones

Tenida Blanca de Conferencia

“La situación energética en nuestro país, análisis y soluciones”

a cargo del
Dr. (C.P.) Gustavo Adolfo Calleja

Ex Subsecretario de combustibles de la Nación. Presidente y Director del Instituto de la Energía y la Infraestructura de la
Fundación Arturo Illia. Vicepresidente del MORENO (Movimiento para la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora).
Miembro de número del Instituto Nacional Yrigoyeneano (Ley Nº 26.040)

13 de Septiembre de 2007 a las 19.30 horas

Organizan: R:. L:. Carlos Pellegrini Nº 454 y R:. L:. Giordano bruno N° 38

En el Gran Templo
Tte. Gral. Presidente Perón 1242
(Ciudad Autónoma de Buenos Aires)

2 de septiembre de 2007

Sarmiento y la Masonería

El ilustre H:. Sarmiento nació en San Juan un 14 de febrero de 1811, hijo de Don José Clemente Sarmiento, un soldado que lucho bajo el mando del General San Martín y doña Paula Albarracín. Su educación fue mayormente autodidacta ya que solo formalmente termino la escuela primaria, destacándose como un excelente alumno.

Fue, legislador, gobernador de San Juan, Diputado y Senador Nacional, Ministro, Embajador y Presidente de la Nación. Sus más brillantes campos de acción fueron el periodismo, la escritura y su colosal labor por la educación para todos.

Vivió muchos años en el exilo por combatir la tiranía y luchó mucho para vencer la anarquía, y aunque tuvo defectos como cualquier mortal, sus logros son más que suficientes para otorgarle el distintivo de “Prócer”.

Mucho antes de su ingreso a la Francmasonería, Sarmiento pregonaba los preceptos masónicos, educación popular libertad de cultos, el matrimonio civil, instrucción de la mujer; estos pensamientos lo alejaron del sector clerical y la lo aproximaron a los ideales Masónicos.

Pero no fue en Argentina dónde el prócer ingresó a la Masonería, sino que, lo hizo en Chile (país en el cual se exilia en repetidas ocasiones). Su ingreso a la Orden se produce el 27/6/1854 en al logia Unión Fraternal de Valparaíso. Cuando regresa a su patria, es uno de los fundadores de la Augusta y Respetable Logia Unión del Plata Nº 1 como también su primer Orador. Esta logia junto con otras 6 son las fundadoras de la Gran Logia de la Argentina.

El 18 de julio de 1860 distintos representantes de las facciones que mantenía al país son reunidas por el Gran Maestre de la Argentina el Ilustre Hermano José Roque Pérez con el fin de otorgarles a: Domingo Faustino Sarmiento, Justo José Urquiza, Santiago Derqui, Juan A .Gelly y Obes y Bartolomé Mitre -siendo este el único profano-”, el dignísimo honor de Ser elevados al mas alto grado de la Masonería Filosófica, el grado 33. El fin de esta reunión era que los Ilustres Hermanos juraran Sobre la Escuadra y el Compás que harían lo posible por lograr la pacificación nacional.

La actividad masónica de Sarmiento fue intensa. Cuando viaja a los Estados Unidos de América en 1864, el Supremo Consejo y la Gran Logia le encomiendan la misión de establecer contactos con el Supremo Consejo y Gran Logia de citado país .Una vez en allá es recibido por el Presidente Johnson, masón también, quien le hace entrega de un distintivo destacando su actuación, y recibiendo igual trato en Francia.

De regreso a la Argentina es electo presidente y renuncia temporalmente a la Masonería, no por un disgusto con esta, sino para que nada lo distrajera de sus funciones de gobernante .Una vez Terminado su mandato, retoma su participación en la Masonería. El 14 de julio de 1882 se afilia a la Logia Obediencia a la Ley Nº 13 y ese mismo año es electo Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.


Su actividad pública por esos años está relacionada con la educación pública, libre y gratuita. Por sus ideales recibe los ataques del sector clerical, pero el prócer no claudica y las leyes son aprobadas.

En 1888 debido a su estado de salud, se refugia en Asunción de Paraguay.
En dicha ciudad, el 11 de septiembre de ese año y a los 87 de vida, pasa al Oriente Eterno uno de los mas Brillantes Hombres que ha tenido la Republica Argentina

Desde esta humilde pluma, le rendimos el más sincero homenaje al Padre del Aula.

Claudio A. G.
A.: M.:

Agujeros Negros




Concepto que parece de reciente concepción pero esto ya fue concebido hace más de dos siglos.
Un agujero negro es un cuerpo celeste con un campo gravitatorio tan fuerte que ni siquiera la radiación electromagnética puede escapar de su proximidad. Un campo de estas características puede corresponder a un cuerpo de alta densidad con una masa relativamente pequeña como la del sol que está condensada en un volumen mucho menor.



Es un agujero porque las cosas pueden caer, pero no salir de él, y es negro porque ni la luz puede escapar.


Todo agujero negro está rodeado de una frontera llamada “horizontes de eventos” de la cual no se pueda escapar. Cualquier evento que ocurra en su interior queda oculto para siempre para alguien que lo observe desde afuera.

Hasta hoy es imposible describir lo que sucede en el interior de un agujero negro; sólo se puede imaginar, suponer y observar sus efectos sobre la materia y la energía en las zonas externas y cercanas al horizonte de sucesos.


Un agujero negro es un objeto que tiene tres propiedades: masa, espín y carga eléctrica.
En teoría, los agujeros negros vienen en tres tamaños: mini agujeros negros, agujeros negros medianos y agujeros negros súper masivos.


Se cree que en el centro de la mayoría de las galaxias, entre ellas la Vía Láctea, hay agujeros negros supermasivos. La existencia de agujeros negros está apoyada en observaciones astronómicas, en especial a través de la emisión de rayos X.


Los agujeros negros supermasivos de algunas galaxias gigantes crean un entorno tan hostil que impiden la formación de nuevas estrellas.


Los agujeros negros se forman a partir de estrellas moribundas las cuales luego de un proceso natural empiezan a acumular una enorme concentración de masa en un radio mínimo de manera que la velocidad de escape de esta estrella es mayor que la velocidad de la luz. A partir de esto la ex estrella no permite que nada se escape a su campo gravitatorio, inclusive la luz no puede escapar de ella.

La teoría indica que los objetos llamados agujeros negros se formarían cuando una cantidad apreciable de materia cósmica se acumula en un volumen extremadamente reducido del espacio; por ejemplo, luego del colapso de una estrella.

La formación de micro agujeros negros en los aceleradores de partículas ha sido informada, pero no confirmada.

Un agujero negro nunca podríamos observar uno de ellos ya que no reflejarían ni emitirían ningún tipo de radiación ni de partícula. Pero hay ciertos efectos que sí pueden ser detectados. Uno de estos efectos es el efecto gravitatorio sobre una estrella vecina.

Supongamos un sistema binario de estrellas (dos estrellas muy cercanas girando la una alrededor de la otra) en el cual una de las estrellas es visible y de la cual podemos calcular su distancia a la Tierra y su masa. Esta estrella visible realizará unos movimientos oscilatorios en el espacio debido a la atracción gravitatoria de la estrella invisible. A partir de estos movimientos se puede calcular la masa de la estrella invisible.


Con el espectacular avance de los detectores electrónicos en las últimas décadas se han podido enviar satélites con diferentes tipos de telescopios a bordo. Estos telescopios observan el cielo en diferentes regiones del espectro electromagnético (rayos-x, radiación gamma), permitiendo nuevos fenómenos. Esto no se puede realizar desde telescopios terrestres debido a nuestra capa protectora, la atmósfera.



Cuando se observan sistemas en donde una estrella visible está girando alrededor de un cuerpo oculto, se presenta una posibilidad para que este sea un agujero negro, sin embargo, podría ser una estrella demasiado débil para ser vista. Pero, en lo que verdaderamente radica la detección de un agujero negro, es que éste cuerpo comienza a absorber la materia de la estrella, en este proceso la materia describe una trayectoria en forma de espiral (acreción) y adquiere una temperatura muy alta, por lo tanto, se emiten grandes cantidades de rayos X; con este comportamiento se puede concluir: es una estrella de neutrones o un agujero negro.


Los agujeros negros irradian como un cuerpo caliente (radiación de cuerpo negro) y entre más pequeños lo hacen más. "¡Los agujeros negros más pequeños podrían realmente resultar más fáciles de detectar que los grandes!".


A pesar de la dificultad al descubrir los agujeros negros, se estima con certeza que muchas estrellas a través del tiempo en el universo han consumido toda su energía y han tenido que colapsarse. Tal vez el número de agujeros negros es más grande que el número de estrellas visibles .


Hasta el momento no existe ninguna prueba concluyente de la existencia de agujeros negros. Por ser invisibles, sólo podrían ser detectados a través de sus efectos gravitacionales sobre otros cuerpos celestes.


Agujeros negros son más conocidos en sí por la ciencia ficción que por los documentales científicos, pero lo cierto es que en ellos se pueden encontrar un sin fin de respuestas que realmente ahora nos hace falta


Miguel Angel N.
A:. M:.

R:.L:. Giordano Bruno Nro. 38

Ética, Tolerancia y Progreso

En el transcurso del último medio siglo, se ha visto el desarrollo de una aventura científica y humana, que algunos califican de inédita e inimaginable. Nuestra posición crítica y relativista -frente al fenómeno- entiende que esto se debe a una eclosión del pensamiento, que en su carácter imperial, avanza irremisiblemente en magnitud exponencial, de manera tal que ataca todas las prospectivas, modificando nuestros conceptos intelectuales, filosóficos y metafísicos.

La duda es esencial en la investigación y en la vida; la certeza se busca en el replanteo permanente de las dudas. Hubo épocas pretéritas, en que un espíritu lúcido tenía acceso al saber de su época; hoy nuestro acceso al saber es fragmentario, parcial y cargado de incógnitas; tanto que nos acerca a Sócrates en su duda existencial; así va menguando nuestra soberbia. Algo hemos aprendido; no obstante, podemos afirmar con convicción que la ignorancia tiene límites y que todo conocimiento es una liberación.

La ciencia moderna nos ha convencido de que nada de lo que parece obvio es cierto y que todo lo mágico, improbable, extraordinario, gigantesco, microscópico, despiadado y atroz, le pertenece al hombre, por ser cultural e histórico, es decir, pertenece al HUMANISMO.

El concepto de humanismo adquiere sentido dentro de determinado contexto histórico; fuera del mismo, es ambiguo y peligroso. Peligroso por las acciones colaterales que puede desencadenar, al bastardear su alcance y significado, y ambiguo, cuando se lo ubica en algún pasado idealizado que se supone -por ignorancia- libre de conflictos y contradicciones. No confundir realidad con aspiraciones de deseos.

Hace sesenta años se pretendió fundamentar un “nuevo humanismo”, elaborado por intelectuales de prestigio mundial; no había entre ellos ni latinoamericanos, ni africanos, ni asiáticos; vale decir, que estaba compuesto casi exclusivamente por europeos, que pretendían así asumir la representación de los intereses y aspiraciones del mundo todo, ignorando la existencia de la mayor parte del mundo y sus culturas. Este espíritu etnocéntrico -provinciano en el fondo- pese a su erudición, ignoraba la advertencia de aquel sagaz pensador del siglo XVIII, el fisiócrata Dupont de Nemours, cuando alertaba sobre los riesgos de confundir nuestro horizonte mental con los límites del universo.
En este manifiesto apenas se menciona a Freud, a Einstein y a Plank; se los reconoce al pasar, como los autores de “nuevas teorías físicas”.

Seguiremos analizando hechos -los grandes hechos- que precipitan las crisis y su permanente y cíclica superación, donde trataremos de desenredarnos de un humanismo sublimado y donde sin desconocer las vertientes tradicionales, incorporamos los elementos que han modificado sustancialmente las estructuras sociales, en todos sus aspectos; haciendo que debamos repensar el “puesto del hombre en el cosmos” de manera que el humanismo de esta época sea tal, que respetando las diferencias -el derecho a la diferencia- conforme una cosmovisión, orgánicamente articulada sobre una fuerte preocupación social.
Como decíamos al principio de este párrafo, no existe ni viejo ni nuevo humanismo, el humanismo es uno solo; con las características propias y las respuestas para cada contexto histórico; sus pilares antes, ahora y siempre, son la tolerancia y la ética.

Sectores seculares se han manifestado sumamente preocupados por temas tales como el aborto, la eutanasia, la manipulación genética y por lo que denominan “la locura autodestructiva del planeta tierra”; en su prédica sostienen que estos hechos configuran un atentado a la ley natural, tal como surge a la luz de la razón, que encuentra su fundamento en el evangelio y en la revelación.

Nos hacemos partícipes de la preocupación, admitiendo que nuestro irreflexivo culto al progreso y los avances mismos de nuestra lucha por dominar la naturaleza, se han convertido en una carrera suicida, que contrasta con los descubrimientos de los sabios, empeñados en descifrar los secretos de las galaxias y de las partículas atómicas, los enigmas de la biología molecular y los del origen de la vida. No participamos en cambio, en que ese camino nos conduce fatalmente a que el Apocalipsis deje de ser el sueño de un visionario para transformarse en sentencia inexorable. Fingen ignorar el libre albedrío y pretenden desvalorizar la epopeya humana y la hazaña cumplida por el hombre a lo largo del tiempo, y también fingen ignorar que en las leyendas, en que descansa su propia doctrina, leemos que “Dios ordenó a Noé embarcar a todos los animales, los buenos y los malos”, porque el patriarca tenía por misión restituir la vida en la tierra y Dios se prohibió a sí mismo destruir lo viviente, por ser esto por Él creado; de haberlo hecho, sería la negación de su propia obra.
No es cuestión de aceptar resignados el pesimismo apocalíptico, ni vivir la euforia nihilista de los desesperados; asumimos una posición de equilibrio porque la nuestra es la doctrina de la esperanza, y la esperanza está en el desarrollo social. Lo social y lo económico no son excluyentes, no son fenómenos distintos, sino aspectos de un mismo hecho, que es el aumento de la capacidad productiva de una sociedad; pero insistimos en el equilibrio y en el cuidado de que uno de los sectores no mengüe la capacidad de reacción del otro.

Empresas biotecnológicas sostienen centros de investigación y patentan procesos genéticos, que son comercialmente promisorios; esto provocó la reacción de tradicionales representantes religiosos. Por unanimidad católicos, evangélicos, ortodoxos, judíos, musulmanes y budistas declararon: “creemos que los seres humanos y los animales son creaciones de Dios y no del hombre, y como tales no deberían ser patentados como inventos humanos”.

No se trata aquí de un encontronazo entre religión y ciencia, sino que es un delicado asunto moral. Analicemos cómo los millones de dólares afectan el futuro de la industria biotecnológica y las instituciones de investigación que comercializan genes. Sin la protección de una patente, no habría drogas de avanzada, sería grotesco excluir a un organismo elaborado genéticamente, que depure los derrames de petróleo, o una sustancia desarrollada a partir de genes humanos que desbloquea las arterias en las víctimas de un infarto.


Pero ¿Cuáles son los límites morales de la ingeniería genética y quiénes los establecen, para evitar que los científicos respondiendo a otros sectores –económicos o de poder político-, alteren los embriones humanos para crear hombres programados con el argumento de la utilidad social?

Si el medio ambiente se salva, es porque los hombres le encuentran una razón económica. Las ganancias, el éxito empresarial y la protección del medio ambiente no se excluyen; actualmente se le quitó al cultivo ecológico su imagen de pasatiempo para ecofanáticos, para satisfacer las más altas exigencias de los consumidores.

Es necesario trabajar en pos de una conciencia ecológica; los pueblos que así lo entiendan, presionarán con su poder ciudadano a sus gobernantes y éstos a las empresas, para que incluyan en sus costos los perjuicios al medio ambiente, de lo contrario la comunidad toda afrontará las consecuencias de la imprevisión.

La quema desaforada de combustibles, acarrea hoy en día el problema ecológico más preocupante: el recalentamiento de la atmósfera terrestre, por exceso de dióxido de carbono, y el consecuente efecto invernadero.

Los combustibles fósiles en vías de agotarse, encuentran su reemplazo en la energía eólica, en la energía hidráulica, en la mareomotriz y en la fusión nuclear en frío, heredera de la fisión atómica, pese a su alucinante remisión a Hiroshima y Chernobyl.

Los bosques son necesarios para absorber el exceso del dióxido de carbono; los emprendimientos forestales destinados a la fabricación de papel serán reemplazados por papel de origen mineral, que es incombustible y reciclable; los detergentes sin fosfatos son una realidad.

Empresas auspician y desarrollan el cultivo en terrazas, con sofisticados sistemas de irrigación, semejantes a los destruidos por los conquistadores y que eran el reaseguro de la supervivencia de las poblaciones autóctonas que respetaban la naturaleza. Se trabaja en las aguas costeras de la Antártida en biología marina, relacionando a través de complejas tecnologías al océano, los hielos, la atmósfera, el fondo marino, la flora y la fauna, corrigiendo las anomalías del sistema climatológico que perjudican los ciclos reproductivos de las especies marinas.

La ecología, término utilizado por especialistas y por seudo defensores, interesados en desviar propósitos dignos en ocasiones –no siempre-, debe incorporarse al lenguaje cotidiano, como mandato con magnitud de precepto.

El derecho a la alimentación es un derecho en el que está en juego la vida o la muerte; cuando alguien no tiene posibilidades de comer, puede suceder que muera sin llamar la atención, o que emigre a las ciudades, incorporándose a lo que se ha dado en llamar “el problema social”, que a la postre estalla en actos violentos y rebeliones. Muchas veces, conflictos atribuidos a factores ideológicos o étnicos, tienen su transforndo en el flagelo del hambre.

Sin entrar en detalles estadísticos, sabemos que emprendimientos agrícolas, avícolas y ganaderos, sin la pretensión de incorporarse a la explotación engarzada en la línea de las economías de mercado, son positivas para la subsistencia digna de pequeñas comunidades; los alimentos para saciar el hambre, hoy por hoy no son un problema para la producción, sino apenas un problema de distribución.

Las grandes transformaciones en la civilización tuvieron como sustento grandes cambios en la capacidad productiva de la sociedad. La aparición de la agricultura da comienzo al progreso social y mental de la humanidad, con el establecimiento de la vida sedentaria y la sociedad urbana.

No fueron profetas iluminados los que determinaron los grandes cambios históricos del progreso social, sino los avances en las técnicas productivas; la revolución industrial es otro ejemplo.

La cruel verdad histórica es que sin progreso económico y métodos técnicos para crear riqueza, la sociedad, y toda pretensión de progreso social, están condenadas al fracaso.

Se ha entablado una carrera contra el tiempo, debiendo contar con el riesgo, derivado de eventuales tomas de decisión políticas, económicas y tecnológicas incorrectas. Los grandes desafíos están frente a nosotros, no podemos evitar el choque; confiemos en el sentido de conservación de la especie y en la potencial lucidez y creatividad de los esclarecidos, neutralizando todo pronóstico ominoso.

Con el paso de la aldea aristotélica a la aldea planetaria, debemos retomar la idea de los micro-mundos humanos –símbolo de la granada- dónde las personas no sean intercambiables; que no sean espectadoras de lo mismo, sino que vivan sus personales experiencias junto a sus afines, lejos de aquellos que quieren destruir al mundo, para volver a los “viejos tiempos”.

Sobre la base de la actual civilización, tenemos que alcanzar el renacimiento de la individualidad, debemos construir la nueva sociedad ética y tolerante en torno de las gentes, agrupadas en millones de micro-mundos.


Jorge P., M:.M:.

Orador Fiscal

R:.L:.Giordano Bruno Nro. 38

31 de agosto de 2007

Poema: El Silencio de los Hermanos

“El Silencio de los Hermanos ”



“... los sermones y la lógica no convencen.
Más profundamente penetra en mi alma la humedad de la noche...”
Walt Whitman



Ingresaron al Templo como siempre lo hacían; el Ritual servía de guía trascendente en cada una de las Tenidas. Ingresaron como siempre, pero siempre suele ser distinto en la vida de un Iniciado. Asombrosamente distinto podría aseverarse sin temor al error filosófico, a la equivocación metodológica.

Ingresaron al Templo como si en realidad fuera la primera vez, como si el tiempo se hubiese desgranado detrás de cada Ceremonia ancestral y ya nada fuese lo mismo. Primaba el Silencio, ninguno de ellos se atrevía a pronunciar palabra. Ayudaron el trabajo sigiloso del Maestro de Ceremonias, acompañaron el recorrido minucioso del Hermano Experto mientras sus miradas permanecían clavadas en algún concepto infinito que sólo ellos podrían explicar en caso de que alguien se hubiera atrevido a preguntarles.

Ingresaron al Templo como siempre lo hacían. Sin embargo esta vez la sonoridad brilló por su ausencia. Solamente un cúmulo de pasos sordos y desiguales se acomodaban ante la extraña generosidad de la alfombra apenas mullida. El puesto de cada uno de los Vigilantes fue ajustado y arreglado en común unión, como nunca había sucedido hasta ese momento. Cada Collarín recibió el mismo tratamiento delicado, amoroso, exclusivo; la calidez con que fueron ubicados sobre el respaldo de los sitiales, también los hubiera hecho sentir especiales esa noche. Las Joyas no golpearon tontamente la dura y antigua madera ceremonial, no hicieron parecer normal el bochorno profano a que se las solía someter comúnmente.

El Ara recibió el Libro de la Ley Sagrada con parecida y análoga dignidad; hubiera pensado, de cobrar vida real el volumen mencionado, que una hoja de acacia cayendo, inevitable y otoñal sobre su mármol, hubiera sido menos impiadosa que las mismas manos de los Iniciados de esa noche. En Oriente la escena se repetía, igualaba a la de Occidente, los Hermanos marchaban acompasados al ritmo de aquel Silencio generalizado que seguramente ¿cómo no pensarlo? escondía algún Secreto; cumplían con el arreglo del Taller dejando, después de cada acción, una tierna estela de energía convincente, mostrándose, confesándose a sí mismos que amaban cada Segundo Iniciático que les tocara vivir, que la vida para ellos al menos esa noche, comenzaba y culminaba allí, a la vera de sus Hermanos Iniciádos, a la saga de cada Aprendiz esparcido por el mundo, o en el grupo de nueve Maestros buscando con sed inconsciente de Venganza a los Asesinos del viejo y querido Gran Abi, o en el grupo de estudiosos de la Piedra Cúbica Piramidal, pero allí. Seguramente esa era la explicación de semejante contratiempo silencioso en los comienzos de la Tenida de esa noche.

Ingresaron al Templo como siempre lo hacían, sin embargo, avanzados los trabajos de preparación ritualística en la maravillosa estancia sagrada, nadie había pronunciado palabra, los ojos atentos de cada integrante, no perdían uno solo de cada gesto de sus Hermanos, se asistían, cuidaban, anticipaban el movimiento de quien estaba a su lado, lo hacían como si hubieran estado profundizando durante cientos de años la problemática de cada Abi, de cada Cristo, de los Adonhiram en proyección con quienes compartían en ese momento su realidad.

Cada sitial fue conducido a perfecto destino con la perfección que ni siquiera Zoroastro podría corregir, por las manos asociadas de Maestros, Compañeros y Aprendices que dejaban entrever una in-disimulada comisura celestial de satisfacción ante la inmanencia de lo Perfecto. Las luces se encendieron sin lastimar inoportunamente la mirada de aquellos que planteaban ya la trascendencia Ritual y fueron tomando ubicación alrededor del Ara, sabiendo que allí discurre a salvo cada uno de los Iniciados.

Se miraron entonces por última vez después de que la convicción los llevó a evaluar el trabajo realizado. Ocuparon Cargos y como el Ceremonial lo establece, el Venerable Maestro comenzó posando su mirada en la totalidad de la escena describiendo un regulado y Misterioso Círculo desde la paz de sus retinas. Pensó seguramente, mientras deseaba que el Gran Arquitecto acompañara su tarea, que todo sucedería así, como El mismo lo dispusiera, y como respuesta inmediata que no se hizo esperar demasiado, sintió, percibió, un latigazo en la frente, un mensaje de iluminación: el Silencio los acompañaría esa noche en sus trabajos.

Lejos de sorprenderse solo atinó a pensar de qué forma, cómo lograría hacerle saber a su Primer Vigilante que el Silencio sería Venerable esa noche en la Tenida. Pero no hizo falta, el Hermano asomó veloz y predispuesto y como si hubiera ensayado semejante momento crítico, giró su mirada hacia el sitial del Segundo y este, demostrando la misma consistencia ritual devolvió el gesto a las Columnas, y estas acompañaron a cada una de las autoridades como si supieran, como si todos los presentes hubieran aprendido en un segundo, como si hubieran incorporado una de las verdades veladas y reconocieran sin pruritos que el Rito es también ajeno a la voluntad presuntuosa del lenguaje, que el Silencio no solamente permite evitar la palabra, si no que ayuda a conjugar el Verbo, a iniciar la vida del ser que ama y decide encaminarse, como los antiguos Mystos lo hicieran, hacia la Fuente inagotable de su propio conocimiento.

Los trabajos cobraron vigor entonces, la mirada fue la Herramienta y algunas lágrimas instrumentos de la Creación. El Guardatemplo parecía saber y conocer cada novedad de las que se sucedían en la semi profanidad de Pasos Perdidos. El Maestro Orador disfrutaba los instantes y acumulaba esos Secretos que sus Hermanos le estaban regalando, haciendo lugar en su corazón virgen, cuidando de disfrutar exactamente de cada sensación y pensando que era imposible hacerlo de otra manera, o equivocarse en el registro. A su vez, y casi desorbitado el Maestro Fiscal intentaba resolver una crisis personal nunca antes pensada, ¿Como juzgar nuestro aplomo para con los Reglamentos si solamente estamos compartiendo nuestro corazón?

El Maestro Tesorero pensaba en cuán inmensa debería ser la Caja de Caudales que albergara y protegiera semejante salario de la noche, mientras que el Hospitalario realmente preocupado, estimaba la cantidad de esfuerzo que le llevaría distribuir semejante beneficio.

Henchidos de gloria, satisfechos de tanto amor incorporado, la Tenida se desarrolló intensamente. En las afueras del Templo, quien estuviera presente, bien podría haber pensado que las instalaciones estaban vacías, que nadie ocupaba esos lugares, mucho menos que se jugaban allí los valores, las virtudes, la ética y el conocimiento. Un largo tiempo pasó antes de que el Maestro Venerable visualizara en su mente una frase: “Todo fue consumado...”

Así como habían ingresado al Templo, los Iniciados cerraron sus trabajos a pesar de que ninguno atinaba a pensar en la necesidad del descanso para continuar la Obra; todos sabían que era la hora en la que la Palabra Sagrada había sido hallada, también conocían que en esos momentos la Piedra Cúbica se había transformado en Rosa Mística y habían recibido el reflejo de la Estrella Refulgente que llamó a los Hermanos a la luz del conocimiento. Pero también supieron esa noche que el Silencio, lejos de ocultar, privar o impedir, descubre la trama del conocimiento implantando la verdad y la justicia en el centro del caos del que nuestro espíritu lamentablemente se precia. También supieron que hablar es solamente uno de los recursos, quizás el menos virtuoso del hombre en proyección.

Entendieron que la palabra de un Hermano vive solamente en la superficie de su experiencia diaria, que él viene de lejos, de un mundo privado, solitario y sutil del que ha llegado sin compañía y al que volverá de la misma forma. Entendieron que las vibraciones del afecto fraternal, del amor por nuestro Hermano no puede, ni podrá, representarse nunca con caracteres, ideogramas o certeras profundizaciones electrónicas. Y también conocieron de la indolencia del lenguaje escrito, que en manos de ciertos institutos de poder y gloria sólo almacena una verdad perecedera y tendenciosa, impidiendo así la libre consecución de la verdadera Libertad.

Así se los vio partir esa noche a los Hermanos, quienes luego de culminar los maravillosos trabajos de arreglar el Templo acorde al Salario Recibido, lo cubrieron también en Silencio, como habían ingresado, como siempre, pero siempre suele ser distinto en la vida de un Iniciado, asombrosamente distinto podría aseverarse sin temor al error filosófico o a la equivocación metodológica...


Carlos Caporali M:.M:.

19 de agosto de 2007

Obligaciones de un Buen Masón

DECÁLOGO:

1.- Asistir con PUNTUALIDAD a las Tenidas de su Logia y vestir formalmente.

2.- Aceptar los Cargos y Comisiones que se le asignen y encomienden en Logia, desempeñándolos siempre con prontitud y eficiencia. Nunca ambicionar los Puestos Directivos de su Logia, ni disgustarse si no se le favorece con el voto o designación.

3.- No criticar ni entorpecer la labor de las Dignidades y demás Funcionarios de su Logia con falsas apreciaciones y los defectos que notare, deberá sugerir y/o recomendar su corrección de manera Amistosa y Fraternal.

4.- Emitir en forma franca y sincera, su opinión en los asuntos y debates de su Logia, sin creerse perfecto, infalible o superior a los demás Hermanos, reconociendo y corrigiendo siempre sus propios errores, respetándose a sí mismo, para ser respetado por los demás.

5.- No hacer uso de la palabra para agredir o sembrar resentimientos entre los Hermanos, si no es para defenderlos de las murmuraciones, sin halagar su vanidad en perjuicio de otro. Evitando discutir inútilmente, no siendo intransigente atacando las ideas de los demás, sino orientarlos y/o corregirlos.

6.- No ser descuidado ni apático, procurando no hacer monótonas las Tenidas participando activamente en ellas, guardando la compostura debida y manteniendo siempre la Disciplina, Armonía y Fraternidad entre los Hermanos.

7.- No tratar asuntos de proselitismo Político y Religioso, respetando siempre las opiniones de los demás Hermanos o profanos.

8.- Observar una conducta Profana y Masónica, Recta, Intachable y Digna sin tratar jamas los asuntos internos de la Logia con su Familia, pero si trasmitirles nuestros Principios y Objetivos de Fraternidad.

9.- Dar cumplimiento siempre a sus Deberes, Obligaciones y Juramentos de Masón, satisfacer las CUOTAS y demás exigencias de su Logia, para merecer sus Derechos y Prerrogativas.

10.- Darse en cualquier circunstancia él titulo de HERMANO.



Fuente: http://www15.brinkster.com/masoneria/ot.html
Autor: José Valdemar Portillo López NUEVO LEON , MEXICO

Abraham - Patriarca de tres Religiones

Las siguientes son imágenes escaneadas de una nota publicada en un número de la revista National Geographic. Es un poco extensa, pero esperamos que la disfruten.


Algunos extractos:

“Al narrar las historias sagradas en Jerusalén, los musulmanes, cristianos y judíos se ven a si mismos como actores en la historia. Los musulmanes creen que la misión histórica que Dios ordenó realizar a Abraham les fue revelada a través de Mahoma, un descendiente del hijo de Abraham, Ismael.
Los judíos afirman que heredaron la bendición de Dios mediante el hijo de Abraham, Isaac, y su hijo Jacob”......
.....
.....

“Sara toma una decisión: le dice a su esposo que tenga un hijo con Agar, su esclava egipcia, quien pronto da un hijo a Abraham. Su nombre es Ismael. Más tarde, también Sara es bendecida con un hijo propio. Su nombre es Isaac. Cuando Dios por fin llama a Abraham para la máxima prueba de fe, ofrecer a su hijo en sacrificio, ¿cuál hijo es? Isaac, dicen judíos y cristianos; Ismael, dicen los musulmanes".




















































Nombramiento



La Respetable Logia Giordano Bruno N° 38 tiene el placer de comunicar que un Respetable Miembro del taller ha sido designado por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires como Miembro del Consejo Consultivo Honorario de la "Comisión Especial del Bicentenario de la Revolución de Mayo" (Ver resolución adjunta).



Compartimos fraternalmente nuestra alegría junto a este respetable y destacado miembro de Giordano Bruno Nro 38.








8 de agosto de 2007

Certificación "Educational Masonic Site 2007"


En el día de la fecha hemos recibido, por parte de Pietre-Stones Review of Freemasonry, la certificación que nos acredita como:
Sitio Masónico Educacional 2007.
Queremos compartir esta alegría y reconocimiento con todos los HH:. de la Obediencia.

Extracto del mensaje recibido:

Congratulations!

Pietre-Stones Review of Freemasonry certifies that your website is an: EDUCATIONAL MASONIC SITE and therefore your Website is entitled to display our CERTIFICATE for the year 2007.

This certificate is granted to a Masonic Website oriented to masonic education for new and already members. Provide a basic knowledge of Freemasonry for new members with more information about the Fraternity, its structure, practices, symbolism, philosophy, history. Offer suggestive approaches for further research for already members.

Announcement that your website get certification will be given on the next issue of PS Review of Freemasonry Quarterly newsletter.


Dear Brother,

Our Certificate is "a little stone" but testify your work to make Freemasonry better.

Sincerely & Fraternally

R. W. Bro. Bruno V. Gazzo
Editor & Webmaster,
Pietre-Stones Review of Freemasonry

23 de julio de 2007

Conferencia "Kabbalah y Masonería"

Tenida Blanca de Conferencia
“Kabbalah y Masonería”
Orador: Ing. Ricardo Oscar García Weitz
Presentador: Dr. Miguel Vizakis
Gran Templo del Palacio Cangallo
Tte. Gral. J. D. Perón 1242
Ciudad de Buenos Aires
Sábado 4 de Agosto de 2007, 19:00 Horas
Entrada Libre y Gratuita
Organizan:
R.·. L.·. Giordano Bruno Nro. 38 y
R.·. L.·. Teodoro Herzl Nro. 402


Descargar Invitación (formato pdf) Aquí
Link: ¿Qué es la Cábala?

6 de julio de 2007

Tenida Blanca: Conferencia sobre Juan Gualberto Gregorio de Las Heras

En el Marco del Sesquicentenario de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.
Tenida blanca de conferencia, en un nuevo aniversario de su natalicio ocurrido en 1780, en homenaje al Hermano Masón Juan Gualberto Gregorio de Las Heras.
Disertaciones:
"Cancha Rayada: La Alborada de la Independencia", por el Dr. Víctor Rodriguez Rossi.
"Las Heras: Un Perfil Público y Masónico", por el Dr. Antonio Las Heras.
Gran Templo de la Masonería Argentina, Miércoles 11 de julio a las 19.30 horas. Tte. Gral. Juan Domingo Perón 1242 - Ciudad de Buenos Aires.
Invitan y organizan conjuntamente:
R:.L:. Giordano Bruno Nro. 38
R:.L:. Unión Justa 257 Nro. 351
R:.L:. Solidaridad Nro. 472
Entrada libre y gratuita.

Agradecimientos Tenida Magna de Iniciación

El Jueves 5 de Julio de 2007 e:.v:. tuvo lugar la Tenida Magna de Iniciacion de nuestro Q:. H:. Miguel N.
Agradecemos a los HH:. visitantes presentes en la Tenida, por su participación en los trabajos.

16 de junio de 2007

Cátaros

En esta oportunidad, continuando con el servicio de bilbioteca digital activa, compartimos una serie de imágenes escaneadas de una nota publicada en la revista La Aventura de la Historia sobre Montségur, último refugio de los Cátaros.





































Breve Resumen sobre las creencias Cátaras:
Fuente: Wikipedia en español


Los cátaros se caracterizaban por una teología dual, basada en la creencia de que el universo estaba compuesto por dos mundos en conflicto, uno espiritual creado por Dios y el otro material forjado por Satán (* Ver Nota 1).

De acuerdo con los cátaros, el mundo había sido creado por una deidad diabólica conocida por los gnósticos como el Demiurgo. Los cátaros identificaron al Demiurgo con el ser al que los cristianos denominaban Satán. Sin embargo, los gnósticos del siglo I no habían hecho esta identificación, probablemente porque el concepto del diablo no era popular en aquella época, en tanto que se fue haciendo más y más popular durante la Edad Media.

Según la comprensión catara del evangelio, El Reino de Dios no es de este mundo. Dios creó Cielos y almas. El mundo material, el mal, las guerras, las iglesias mundanas y papas eran obra de la mano de Satanás, ya que Dios es el amor y bondad perfectos y no puede hacer ningún mal.
Según los cátaros los hombres son una realidad transitoria, una “vestidura” de la simiente angélica. Afirman que el pecado se produjo en el cielo y que se ha perpetuado en la carne. La doctrina cristiana tradicional, en cambio, considera que aquél vino dado por causa de la carne y contagia en el presente al hombre interior, al espíritu, que estaría en un estado de caída como consecuencia del pecado original. Para los católicos la fe en Dios redime, mientras que para los cátaros exigen un conocimiento (una gnosis) del estado anterior del espíritu para purgar su existencia mundana. No existe en ellos una sumisión a lo dado, a la materia, que no sería más que un sofisma tenebroso que obstaculiza la salvación, con lo que se oponen, a su vez, a la doctrina del arrepentimiento y de las buenas obras.


En resumen, el cátaro pretende restituir transitoriamente la vida angélica en el mundo para hacerse, como individuo iluminado, merecedor de una existencia superior, renunciando a redimir la vida terrenal con base en preceptos celestes ocultos a la mayoría. El catarismo supone un cuestionamiento abierto de toda la revelación cristiana, así como de sus ejes filosóficos y políticos centrales.


Los cátaros también creían que las almas se reencarnarían hasta que fuesen capaces de escapar del mundo material y elevarse al paraíso inmaterial. La forma de escapar al ciclo de reencarnaciones era vivir una vida ascética y no ser corrompido por el mundo. Aquellos que siguiesen estas normas eran conocidos como Perfectos. Los Perfectos se consideraban herederos de los apóstoles, y tenían el poder de borrar los pecados y conexiones con el mundo material de las personas, de forma que fuesen al cielo cuando murieran. Los Perfectos vivían de forma irreprochablemente frugal, en claro contraste con la vida dentro de la corrupta y opulenta Iglesia de la época.


Los cátaros profesaban la fe en la perfección primordial del hombre, explicando, que no solo era posible sino necesario liberarse del pecado, y no después del Juício Universal, sino ahora.Y proponían los métodos efectivos para tal liberación. La práctica ascética de los cátaros era orientada, por todos los medios, al calientamiento del divino amor dentro del alma.

El gran misterio de los cátaros era el Grial, el Cáliz de la Sangre de Cristo. El Grial de los cátaros era la iglesia medieval del amor y al mismo tiempo su símbolo. Según las creencias cátaras, la Sangre que salía del Corazón del Señor durante Su crucifixión en el Gólgota de Jerusalén, era recogida hasta la última gota por José de Arimatea. De igual modo, el Grial milagrosamente recibe de todas partes de la tierra la Última Gota de los verdaderos discípulos de Cristo y la multiplica. Enseñaban que el Salvador cumplió Su servicio, derramando la Sangre en el Cáliz del Grial y dejándola a Sus discípulos. Su prédica de la "fe viva y el Dios del supremo amor" conquistaba los corazones de monarcas y campesinos, divulgándose por toda Europa.
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Nota 1:
Según los autores católicos tradicionales, esta era una característica distintiva del gnosticismo, cierta corriente residual del neoplatonismo (Plotino fue antignóstico), principalmente el maniqueísmo y luego la teología de los bogomilos. Probablemente, esta idea también había sido influida por otras antiguas líneas de pensamiento gnósticas

Neoplatonismo: Según los neoplatónicos, el principio de todo lo existente es la unidad absoluta, lo Uno, realidad suprema, de la que surgen todas las demás realidades por emanación. El primer ser emanado del Uno es el Logos, llamado también Verbo, Inteligencia, que contiene las ideas de las cosas posibles. Después, la Inteligencia engendra el Alma, principio del movimiento y de la materia. El Uno, la Inteligencia y el Alma son las tres hipóstasis de la Trinidad neoplatónica. El ser engendrado se esfuerza en ascender hacia la perfección de que emana. Todo viene del Bien y tiende hacia el Bien. Para que el Alma se una al primer principio es preciso que supere el pensamiento y que, por el éxtasis, se confunda con Dios y pierda toda consciencia de sí misma.

José Roque Pérez y la Masonería Argentina

Es la intención destacar el sublime rol que desempeñó José Roque Pérez en la Masonería Argentina, y sobre todo, en el proceso de Unificación Nacional.
A continuación se transcriben extractos de la publicación realizada en la revista Todo es Historia, de Félix Luna, publicada en Diciembre de 2006.


Hacia la Regularidad Masónica

En la Argentina la masonería como institución no había logrado salir del eclipse en que había caído en tiempos de Rosas. Sin duda fue a partir del cambio sobrevenido con su derrocamiento cuando las logias comenzaron a instalarse más fácilmente y a funcionar de manera estable.
Le tocaría a Sarmiento a partir de 1855 ser uno de los principales propulsores de la masonería regular independiente argentina, capitalizando así en beneficio de nuestro país los fructíferos resultados arrojados por su reciente incursión en una logia de Chile. En efecto, decidido a poner fin a su voluntario exilio, arribó a Buenos Aires a principios de mayo de 1855, obsesionado por evitar el ahondamiento de la división entre los argentinos, generada por la secesión de la provincia rebelde de Buenos Aires del resto de sus hermanas reunidas bajo el amparo de la Constitución Nacional en la Confederación regida por el presidente Justo José de Urquiza. Sarmiento llegaba pues, dispuesto a trabajar por la unión nacional desde la ciudad-puerto, donde se puso en relación con viejos amigos conviniendo con ellos la reanulación de las actividades masónicas bajo el auspicio del Gran Oriente del Uruguay.
Fue de esta manera que contribuyó a fundar la primera logia regular de nuestro país denominada muy simbólicamente Unión del Plata, constituyendo autoridades el 09 de marzo de 1856, siendo su Venerable Maestro el abogado y legislador Miguel Valencia, y dónde Sarmiento ocupaba el cargo de Gran Orador.

La masonería uruguaya seguiría cumpliendo en lo sucesivo un plan fundamental para completar la regularización de las nuevas logias que surgirían en nuestro país, hasta que establecidas en número suficiente estuvieran en condiciones de dar el segundo paso tendiente a darles organicidad a los diversos talleres reuniéndolos en una Gran Logia, capaz de instituirse en potencia soberana. Ahora bien ¿Por qué la Banda Oriental que en el período anterior a Caseros había atravesado por idénticas vicisitudes que la República Argentina se mostraba tan alineada, eficiente y proteica en su ordenamiento masónico a tal punto que ello le permitía incluso dar vida legal a otros orientes en vías de dificultosa concreción, como el nuestro?
En realidad, la evolución de la masonería en el Uruguay había sido lenta pero sólida e ininterrumpida, a diferencia de lo ocurrido en al otra orilla del Plata, en dónde tuvo que atravesar a partir de la década de 1830 por el largo interregno rosista.

Multiplicación Externa y División Interna

En Argentina, a pesar del agitado ambiente político imperante en la segunda mitad de la década de 1850, que iría in crescendo, la flamante logia madre Unión del Plata contó con suficientes miembros como para poder desdoblarse. Un número importante de sus componentes fundó en noviembre de 1856 una segunda entidad también con la autorización del Oriente Uruguayo, llamada Confraternidad Argentina y destinada a convertirse en un taller simbólico de elite. Aparentemente, nada parecía indicar que se tratase de una escisión ni mucho menos, sino de una consecuencia del éxito y crecimiento de la Orden, o por lo menos del seguimiento de una estrategia tendiente a multiplicar el número de logias regulares con el fin de acelerar la instalación de un Gran Oriente Argentino independiente que las aglutinase a todas.
Incluso el sólo nombre asignado al nuevo taller, parecía una elocuente muestra de que continuaban animando a sus promotores idénticos propósitos de unión.
Sin embargo, los acontecimientos que se desarrollaron posteriormente permiten inferir que el germen de la división ya había penetrado en el seno de la masonería y cada vez se iría perfilando más nítidamente el conflicto en torno a dos concepciones antagónicas de su organización. Una vez más quedaba evidenciado así que, lejos de actuar como un compacto ejército regimentado y verticalista, el ámbito masónico era permeable a las contradicciones que enfrentaban a la sociedad argentina y que no hacía más que reproducirlas en el contexto más reducido de la estructura logial.

El 11 de agosto de 1856, Sarmiento mismo había presentado a los hermanos de la Unión del Plata a un nuevo integrante de gran valía personal, alguien que había sido un profano hasta entonces y que acababa de iniciarse en los misterios de la Orden y seguramente habría descubierto que durante toda su vida, su conducta se había regido por los principios más puros y elevados sostenidos por la institución, es decir que siempre había actuado como un masón sin serlo.
Y precisamente porque se sintió profundamente consubstanciado con esas directrices de perfectibilidad humana se comprometió a fondo en su defensa, deseoso de evitar cualquier desvío.
Ese hombre excepcional era el doctor José Roque Pérez, un diplomático eminente y el abogado más famoso que hasta entonces brillara en el foro argentino.

En el seno de la logia, Pérez no tardó en chocar con el venerable Miguel Valencia. Comenzó desde entonces una sorda pulseada por el control de la organización masónica en ciernes. Para 1857 ya se habían agregado cinco logias más a las dos primeras: Consuelo del Infortunio, Tolerancia, Regeneración, Lealtad y Constancia, complementando así la cantidad necesaria para darse un gobierno propio.
Valencia se entregó entonces de lleno a formar el Gran Oriente de la Confederación Argentina, para agrupar a todos aquellos talleres bajo su autoridad; pero el intento no tardó en fracasar. Su persona resultaba poco convocante debido a su abierta tendencia antiurquicista y pro-porteña, que no parecía la más adecuada para el logro de la ambiciosa meta que se había propuesto la masonería: la reunificación nacional.

Mientras tanto roque Pérez, con dispensas de los tiempos mínimos de actuación dentro de las logias, se había convertido ese mismo año en Ven:. M:. de Unión del Plata y no tardó en sustraer de la influencia de Valencia a los pocos talleres que le respondían a la par que estrechaba relaciones con la masonería regular uruguaya, lo que implicó dejar a su contrincante en inferioridad de condiciones pues sólo poseía contactos con grupos de masones irregulares de Brasil. Además, los cofrades argentinos se sentían mucho más hermandados con los orientales que con los que respondían a un Oriente de un país monárquico cuya tradición cultural les resultaba completamente ajena. Todo ello hizo que se terminara de malograr el proyecto de Valencia.

Instalación del Superior Consejo

A pesar de la fallida experiencia que acabamos de relatar, todos los masones argentinos sentían la necesidad de organizarse en una Gran Logia Nacional regular, sin dejar de lado el espíritu federalista interno, que tal vez era lo que habían temido que se perdiera bajo la conducción de Valencia. Una cosa era propiciar la “unión” y otra la “unidad”, pues tras esa aparente y sutil diferencia de términos se escondía un abismo conceptual.
Quizá ello explique por qué Pérez logró concretar sin dificultad y rápidamente aquello por lo que su predecesor había trabajado esforzada e infructuosamente. Por otro lado, la francmasonería para resguardar su sentido tradicional no podía prescindir de al regularidad que es uno de sus elementos constitutitos indispensables.
El 11 de diciembre de 1857 las siete logias existentes en la ciudad de Buenos Aires se agruparon y constituyeron el Supremo Consejo y Gran Oriente de la República Argentina, que se perpetúa en la actual Gran Logia, eligiendo como su primer Gran Maestre al Muy Ilustre y Poderoso Hermano Dr. José Roque Pérez, Grado 22°”. Como en ningún momento éste olvidaba que la masonería tenía que ser el vehículo que condujera a la unión nacional por vías pacíficas, aprovechó la ceremonia para ratificar: “La masonería como centro de unión es el medio más eficaz de acercar a los individuos que siempre se trataron con indiferencia”, y posteriormente se explayó sobre los deberes de los masones para con la Patria: “El mejor modo de manifestarle nuestro reconocimiento es trabajando incesantemente por unir bajo las mismas banderas a sus hijos, por restablecer el amor y respecto al hombre, por suprimir los odios y rencores y por anatematizar las venganzas”.
Con la nueva creación institucional contribuiría a dar organicidad y forma jurídica a la actividad operativa de las diversas logias para trabajar por el desarrollo del simbolismo masónico y sobre todo por la organización definitiva del país.

Asimismo, se completaría definitivamente la organización masónica con la Creación de un Supremo Consejo Grado 33° para la República Argentina. Este se fundó el 22 de abril de 1858, y eligió al mismo doctor José Roque Pérez para ocupar simultáneamente el cargo de “Soberano Gran Comendador del Oriente de la República Argentina en el Valle de Buenos Aires”.

Existen en nuestros archivos actas separadas que corroboran por un lado el funcionamiento del Supremo Consejo Grado 33° y, por el otro, el de la que por entonces se llamó Gran Logia Central; sin embargo, ambas entidades estaban dirigidas por José Roque Pérez, quién como también lo harían sus primeros sucesores, reunía los cargos de soberano gran comendador y gran maestre, respectivamente, y a su vez presidía las Asambleas conjuntas de ambas entidades cuyos trabajos quedaron plasmados en un tercer tipo de registro: los libros de Actas del Supremo Consejo Grado 33° y Gran Oriente de la República Argentina, organismo integrado por los grados máximos de la Orden y por representantes de cada una de las logias regulares, que oficiaba a la manera de Poder Legislativo, al que estaban subordinadas las autoridades de la Gran Logia, que ejercía un rol equiparable al de Poder Ejecutivo de la entidad masónica.

Luego de quedar unidas de esta manera las logias de Buenos Aires, en una segunda instancia se unió con las del interior del país, no sin tener que vencer previamente ciertas reticencias.

Acta de Unión Nacional

Las luchas entre ambas partes de la Argentina dividida parecieron culminar con el triunfo de Urquiza sobre las fuerzas porteñas en los campos de Cepeda, que dio lugar a la firma del Pacto de San José de Flores el 11 de noviembre de 1859. A pesar de ello, al actuar como convencional en la asamblea provincial reunida en Buenos Aires para introducir reformas a la Constitución Nacional, el doctor José Roque Pérez tuvo ocasión de constatar que la posición intransigente del sector gubernista allí representado no había cedido ni un ápice ni aún después de la derrota. Allí no dudó en enfrentar a Sarmiento, Mitre, Alsina, Vélez Sarsfield y Pastor Obligado para reclamar la incorporación inmediata de la provincia al Estado Argentino, pero estaba en minoría.
Desde su posición de federal reformista no se cansaría de bregar por la unión nacional contra los sectores separatistas y contra los sostenedores de la supremacía proteña. Pero ello no fue óbice para que aprovechara todas las ocasiones favorables para el restablecimiento sincero y definitivo de la concordia.
Con la paz recientemente reconquistada, la Masonería Argentina se propuso otorgarle valor de perdurabilidad aprovechando la visita del nuevo presidente Santiago Derqui y del general Urquiza a Buenos Aires, que habían sido invitados por el gobernador Bartolomé Mitre con motivo de los festejos del 9 de julio. Sarmiento se desempeñaba por entonces como ministro de Gobierno de éste último y Juan Andrés Nelly y Obes ocupaba la cartera de guerra. Teniendo en cuenta los antecedentes masónicos de la mayoría de ellos –Mitre era el único profano-, el Supremo Consejo acordó otorgarles el grado 33°. A tal fin el entrerriano se afilió a la Logia Confraternidad Argentina N°2, a la que también se adscribió Mitre. Derqui, al igual que el sanjuanino, quedó como miembro activo de la Logia Unión del Plata N°1, mientras Nelly continuó ligado a la Logia Lealtad N° 6. En efecto, en la sesión extraordinaria del 18 de junio de 1860 los cuatro personajes mencionados fueron exaltados conjuntamente a la máxima consagración de la masonería filosófica. Tal como se había resuelto tres días más tarde, el 21, la orden se vistió de gala para la magna tenida en la que se les tomó solemne acto, con las manos posadas sobre la escuadra y el compás, el juramento respectivo y se los invistió con las insignias correspondientes al Grado 33°. Al hacerlo, los Ilustres Hermanos se “obligaban por todos los medios posibles a la pronta y pacífica constitución definitiva de la Unión Nacional”.

Citando textualmente un fragmento del acta, podemos leer: “El Ile:. Presidente declaró que la reunión del Cons:. Tenía por objeto comunicar que el Sob:. Gr:. Com:. En uso de las altas atribuciones que le confieren los RRegl:. Gen:. Como Gef:. (sic) Sup:. De la Ord:., había comisionado al Ile:. H. José Lafuente gr:. 33 para iniciar por comunicación al prof:. General Bartolomé Mitre y conferirle también el 2° y 3° Gr. Simbol:.., el cual quedaba elevado al gr:. 33 así cómo también a los HH:. Domingo F. Sarmiento, gr:. 18 y Juan A. Nelly y Obes, gr:. 3; y que por feliz acontecimiento de hallarse en este Valle el ex Presidnete de la República Justo José de Urquiza, gr:. 18 y acutal presdiente de la misma Santiago Derqui, gr:. 18 se había obtenido mediante los buenos oficios de algunos Illes:: HH:. Y prestigiosos MMiembr:. del Sup:. Cons:. que dichos HH:. se regularizase el uno y afiliase el otro siendo ambos elevados al gr:. 33.”

En esta ocasión el Soberano Gran Comendador y Gran Maestre, doctor José Roque Pérez, pronunció un elocuente y conmovedor discurso cuyas palabras no merecían ser desoídas. Pero como se sabe, a pesar de la firma de tan trascendente acta de unión, no se pudo evitar –pese a los ingentes esfuerzos realizados en pro de la paz-, un nuevo enfrentamiento bélico entre la Confederación y Buenos Aires que tuvo lugar en Pavón el 17 de septiembre de 1861, luego del cual por fin se asistió a la reunificación argentina, aunque ahora bajo la hegemonía porteña.

Ocho años más tarde, el general Mitre, en un improvisado discurso que realizó con motivo del famoso banquete con que la masonería argentina lo agasajó como Presidente saliente y a Sarmiento como nuevo mandatario electo, rememoró de pronto aquel acto en que se comprometieron como masones a sostener la paz, para luego incumplir como políticos la palabra empeñada. Decía: “......Cuatro presidentes, hermanos, se han encontrado una vez juntos y arrodillados al pie de estos altares.......¿Qué sentimientos animaba a aquellos cuatro hombres en ese momento solemne? Debemos creer que el sentimiento de la fraternidad dominaba sus almas y que sus aspiraciones se dirigían al bien de todos. Es cierto que cuando nos alejamos de las puertas del templo nuestras espadas salieron de la vaina para cruzarse en los campos de batalla; pero aun sobre esa desgracia y esa matanza, el nuevo genio invisible batió de nuevo sus alas, y los pueblos en nombre de la fraternidad y del bien, se unieron para concurrir a los fines que encerraban la felicidad de todos”.

Debemos preguntarnos qué pensaría el doctor José Roque Pérez, que por entonces se desempeñaba como pro-gran maestre, al escuchar estas palabras. Seguramente, no se extrañaría. ¿Acaso no se volvía a repetir esa escena una y otra vez cuando después de hablar de igualdad y fraternidad en el templo, bastaba con traspasar la puerta para ejercer la más recalcitrante defensa del predominio portuario?. Al parecer, Mitre pretendía significar que carecía de importancia el accionar individual, que él no era más que un “pobre hombre”, un “instrumento” y que lo que estaba destinado a producirse no requería del concurso de nadie en particular.

José Roque Pérez, por el contrario, pensaba que “la masonería sólo existe porque se apoya en la ciencia y en las buenas obras” y no sólo pensaba así sino que actuaba en consecuencia: ¿Se habría salvado la vida del bebé que encontró en un cuarto junto a sus padres que yacían muertos por la fiebre amarilla si él no lo hubiera rescatado, exponiéndose al contagio como lo hizo para morir una semana después?.

Corolario

Los éxitos y los fracasos de las instituciones dependen tanto de la intencionalidad e idoneidad de los hombres que las integran, cómo de las circunstancias objetivas que condicionan su accionar. En el caso de nuestra orden las dificultades suelen verse acrecentadas por su misma fisonomía pluralista y compleja que emana de su propia esencia pues está basada en el librepensamiento. En su seno convergen representantes de las más diversas corrientes políticas, religiosas o culturales, que muchas veces son exponentes de doctrinas e intereses contrapuestos. No se puede impedir que surjan divergencias y enfrentamientos. Pero debe rescatarse la actitud conciliadora en procura de lograr dificultosos equilibrios, como así también esa voluntad de búsqueda de amalgamamiento en la diversidad, ese esfuerzo respetuoso por anular las contradicciones evitando caer en uniformidades excluyentes.

Dario A.G.
C:. M:.
R:. L:. Giordano Bruno Nro. 38

8 de mayo de 2007

Invitación a Tenida Conjunta

La Respetable Logia Giordano Bruno Nro. 38 invita a todos los HH:. de la Obediencia a la Tenida Conjunta que celebraremos con los HH:. de la R:.L:. Galileo Galilei Nro. 115, el día Jueves 10 de Mayo de 2007 e:.v:. a las 20 horas en el Gran Templo del Palacio Cangallo.



Imagen: Emblema de la Logia “Regeneración” de Higueruela, procedente del Archivo Histórico Nacional de Salamanca. Por José Mª. Parraga.



21 de abril de 2007

Panel "Etica y Literatura" en la Feria del Libro


SADE Sociedad Argentina de Escritores.
El día Domingo 22 de Abril a las 15:45 horas, en el Salón Julio Cortazar, tendrá lugar el Panel "Etica y Literatura".
Participarán: Carlos Caporali, Miguel Martínez Márquez, Vicente Rubino y Víctor Rodríguez Rossi. Coordina: Beatriz Schaefer Peña.

9 de abril de 2007

Invitación a Doble Tenida Magna de Iniciación

La Respetable Logia Giordano Bruno Nro. 38 invita a todos los HH:. de la Obediencia a su Doble Tenida Magna de Iniciación, que tendrá lugar el día Jueves 12 de Abril de 2007 a las 20 horas en el Palacio Cangallo.
Esperamos contar con vuestra presencia.
Un T:.A:.F:.

31 de marzo de 2007

Los Símbolos y la Masonería

Signos y Símbolos – Definiciones preliminares

Se llaman signos a los elementos físicos capaces de representar un objeto, idea o concepto distinto de sí mismo. Decimos así, que las nubes negras son signo de lluvia, o que una mueca es signo de dolor. Se llaman símbolos a los elementos creados artificialmente con la misma función. Así, una señal de tránsito, un muñequito en la puerta del baño, son símbolos, ya que su relación con aquello que indican se ha determinado más o menos arbitrariamente. Los signos pueden ser comprendidos por los seres humanos y los animales; los símbolos no.

Pero no debemos olvidar nunca que los símbolos, aunque manifiesten fielmente la idea que quieren expresar, no son esa idea, o mejor dicho, son la forma, la piel, que recubre la idea, el espíritu de la cosa representada. Por eso mismo ni los masones, ni nadie que se dedique al estudio de la Ciencia Simbólica, deben confundir el símbolo con lo simbolizado.

Los Símbolos, la Ciencia Simbólica y la Masonería

Si nos paramos a pensar detenidamente en nuestra actividad diaria, vemos que la presencia de los símbolos es muy abundante: En química, matemáticas, informática o simplemente en la regulación del tráfico, los símbolos nos indican asociaciones convencionales, aceptadas universalmente para el mejor ordenamiento de nuestra actividad.

También estamos familiarizados con el uso de palabras, gestos y objetos representando conceptos morales, afectivos, intelectuales o religiosos.

Vemos pues, que nuestra vida está llena de símbolos que ejercen una acción ordenadora de nuestra conducta, constituyendo una trama invisible conocida y aceptada por todos los miembros de una misma cultura que hace posible la comunicación, la relación social, el ejercicio de las profesiones y, más aún, los símbolos son el tejido del que está hecha la misma cultura de cada grupo, tanto los pequeños núcleos de población cómo los grandes movimientos culturales o religiosos. Es más, imaginemos por un momento qué sería de nuestra vida individual y grupal si desaparecieran los símbolos y nuestra memoria de ellos; sin signos, gestos, ni lenguaje. Seguramente podemos estar de acuerdo en que la resultante es sólo caos, en el que ninguna realización personal o grupal sería posible.

La mayoría de los símbolos a los que nos hemos referido son producidos, inventados, diseñados por el hombre.

Todo este entramado simbólico sería innecesario para alguno en una isla desierta, que podría acceder a la comprensión directa de todo su entorno sin necesidad de la intermediación de símbolos.

Pero el número de habitantes, la complejidad de la vida social y económica, la variedad y diversidad de todo tipo de cosas y opciones, han hecho necesario que, poco a poco, el tejido simbólico haya ido creciendo, salvando así la distancia que separa al “diseñador de los símbolos” y aquel al que van destinados. Y si un visitante viene por primera vez a nuestro grupo cultural, será necesario que se le instruya acerca del código simbólico imperante a fin de que pueda entender nuestra forma de vida y ser uno más entre nosotros.

Podemos destacar de lo anteriormente expuesto que el símbolo ejerce un poder ordenador de la vida, sin el cual estaríamos inmersos en el caos. Y que, en la medida en que el hombre ha ido incrementando la complejidad de su cultura, se ha visto impelido a ordenar sus nuevas construcciones culturales con más códigos simbólicos. Desde luego, este orden actual al que nos referimos, como ya hemos dicho, ha sido puesto arbitrariamente por el hombre.

Partiendo de este plano conocido y accesible, pensemos ahora en otro tipo de símbolos, aquellos que representan una realidad inaccesible a la observación directa y a la comprensión de la razón. Pensemos en lo que el hombre ha encontrado ya hecho en la naturaleza, en sí mismo, en el universo entero: el cielo con sus cuerpos celestes moviéndose sincronizadamente, la tierra y sus reinos y seres que la pueblan, los elementos de los que todo está hecho, las estaciones y los ciclos, el día y la noche, las formas que se repiten en todos los seres, los colores, olores y sabores, en las leyes de atracción y repulsión por las que se produce todo movimiento, la polaridad y su alternancia..., en fin, en el orden y las leyes en base a las cuales se sostiene lo que llamamos el mundo, el universo y nosotros mismos. Cada una de estas manifestaciones es un Símbolo. Estudiar los símbolos es el objeto de la Ciencia Simbólica.

La Ciencia Simbólica nos enseña que todos los seres de la creación son el cuerpo, la manifestación de una realidad oculta en ellos mismos, imperceptible por nuestros sentidos, y que pertenece a un orden superior. De la misma forma que una pintura es la materialización de la idea del artista, la cual se oculta en su interior y se manifiesta a través de la pintura misma, así las obras que nos presenta la naturaleza contienen y manifiestan la idea del Creador constituyéndose por ello en su símbolo.

Entonces, toda la creación puede ser comprendida como un código simbólico armónico, en el que todo está interrelacionado: el cielo, la tierra, los diferentes reinos y los seres que la habitan, lo infinitamente pequeño y lo infinitamente grande, separado en reinos y planos pero coordinado por las mismas leyes, animado y sostenido por el mismo Espíritu.

Y en esta inmensa sinfonía, el Hombre aparece en el centro de la creación, reflejo directo del Creador; microcosmos, capaz de repetir el gesto creacional a través de sus manifestaciones culturales: el lenguaje, las letras y las palabras; los números; las artes en todas sus formas: pintura, escultura, arquitectura, música, danza, atuendos, ornamentos, tejidos; los oficios, las construcciones, los juegos, simbolizan ideas arquetípicas, que adquieren un carácter universal, como demuestra el hecho de que se hayan repetido en diferentes lugares y épocas.

Podemos decir que el símbolo es el cuerpo de una idea ordenadora. En la mente del Creador se diseñó la manifestación como un ingenio completo y armónico, que diera forma a las indefinidas posibilidades de expresión de sus propios atributos. Lo que vemos, y también lo que no vemos, pero está manifestado, es el cuerpo de esa idea creadora y cada una de las criaturas constituye la exteriorización de esas leyes, de esa intención ordenadora y expresiva.

El símbolo tiene una doble naturaleza: la de la materia de que está hecho, los cuatro elementos, y la de la Idea que expresa, siendo realmente ambas cosas materia e Idea. La Idea adquiere así una dimensión activa, que suma a la potencia organizadora la potencia ejecutora, es decir, la idea creadora es una Idea-Energía.

Por su doble naturaleza, partiendo de su parte material podemos acceder a ese plano superior del que el mismo símbolo participa, siendo conducidos por su mediación, como si de un vehículo se tratase, a la región de lo sobrenatural y suprahumano. Los símbolos, en primer lugar son percibidos por nuestros sentidos.

A partir de ahí, tenemos la posibilidad de penetrar a través de esa apariencia y recorrer el camino que nos llevará hasta planos más sutiles, más allá del espacio, del tiempo y del movimiento incesante de este plano donde nada perdura. Es decir, el símbolo puede conducirnos desde el mundo material hasta el espiritual. Es, pues, un vehículo de ida y vuelta, mediante el cual las energías sutiles descienden y nosotros podemos ascender, constituyendo el único medio conocido de realizar este viaje en el que el espíritu se materializa y la materia se espiritualiza.

La capacidad de diseñar y utilizar símbolos le ha sido dada al hombre desde el comienzo de los tiempos, o dicho de otra forma, la naturaleza del hombre es sensible al influjo de los símbolos y él mismo es capaz de elaborarlos. Para que la influencia de los símbolos pueda ejercerse en nosotros es necesario, primero que los reconozcamos como tales para después acercarnos a su estudio, contemplación y meditación en una disposición receptiva, abierta y confiada. El símbolo es enormemente generoso con quien lo atiende y respeta, abriendo poco a poco una suerte de inteligencia nueva en el hombre, no la lógica que nos desarrolla nuestra educación habitual, sino la Inteligencia del Corazón, la Institución Superior mediante la cual el hombre puede alcanzar el conocimiento de sí mismo.

Los símbolos tienen la facultad de responder a nuestras preguntas, de abrirnos las puertas al conocimiento de la realidad que se oculta en el interior de nosotros mismos y de todo lo creado, realidad más REAL que aquella que perciben nuestros sentidos, que es anterior y es la causa del universo, como nuestra idea de un proyecto es anterior y es la causa de su realización.

El universo entero es un solo símbolo que debemos aprender a conocer primero en sus partes, de la misma forma que debemos leer cada una de las palabras de un libro para comprender la obra completa. En la lectura que podemos hacer de los símbolos vamos reconociendo poco a poco la Unidad inalterable e inmóvil que subyace a toda la manifestación.

En el origen de los tiempos el hombre primordial sabía leer directamente estos símbolos en la naturaleza y en él mismo poseía un conocimiento directo del Ser. En la actualidad el hombre necesita ser enseñado a distinguir estos símbolos sagrados de los símbolos comunes elaborados por nuestra sociedad y posteriormente a acercarse a ellos, a conducirse con ellos y a través de ellos poder acceder al Conocimiento. Este es el sentido y la razón de ser de la Tradición, tronco común del que brotan Tradiciones como la Hermética, la cual se concreta actualmente en nuestra Orden, la Masonería Universal, la que conserva no sólo el saber de la Ciencia Simbólica, sino la capacidad operativa de transformar a un hombre común, profano, en un hombre iniciado, regenerado en su seno, nacido de nuevo mediante la influencia de la Iniciación, quién podrá, con su trabajo, firme propósito y actitud receptiva CONOCER a través de los símbolos al SI MISMO, o lo que es lo mismo, reintegrarse, desde este mundo plural, disperso y cambiante, en la unidad inmutable del SER.

Como decimos, la Masonería carece de dogmas, pero sí tiene principios. Los símbolos que decoran la Logia son los principios que están expresando las distintas modalidades de la Inteligencia del Gran Arquitecto; dado que finalmente la Logia como imagen del Cosmos no es sino una representación del cuerpo del Gran Arquitecto. El cosmos, en realidad, es el símbolo mismo del Gran Arquitecto y todos los elementos que están dentro de la Logia representan lógicamente distintos aspectos de su Inteligencia y su Sabiduría. Y la investigación en todos esos símbolos, en su significado, va dándole al masón la síntesis de la idea que todos ellos están revelando, operación relacionada directamente con aquella expresión masónica que dice que la labor del masón es “difundir la luz y reunir lo disperso”. Esa luz a difundir es la Luz que emana del Delta Luminoso y que nos permite reunir el significado profundo de los distintos elementos simbólicos que decoran la Logia, porque en esa reunión no sólo estamos concibiendo ideas, sino que fundamentalmente nos estamos reuniendo y concibiendo a nosotros mismos, es decir, nos estamos encontrando, descubriendo nuestro auténtico ser y esencia, pues en realidad se trata de una reintegración interior, y para eso precisamente es para lo que sirve el símbolo, porque no es la Forma de éste la que ilumina la inteligencia, sino justamente la Idea que está plasmada en él.

Darío A. G., A:. M:.

R:.L:. Giordano Bruno Nro. 38
Oriente de Buenos Aires
Febrero de 2007 e:.v:.

Bibliografía:
Wikipedia en Español.
La Logia Viva, Simbolismo y Masonería - Siete Maestros Masones, Ediciones Obelisco.
Teoría General del
Derecho, Eduardo Ángel Russo, LexisNexis.

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