12 de septiembre de 2007

Concierto

Concierto en celebración del
Día del Libre Pensamiento



1º Parte: G. Fauré - Réquiem Op. 48
Solistas:
Maria Virginia Majorel (soprano)
Leonardo Fontana (bajo)

2º Parte: Handel - Selección de Coros del Mesías
“And the glory of the Lord”
“And He shal purify”
“For unto us a Child is born”
“Glory to God”
“His yoke is easy”
“Behold the Lamb of God”

Coro de la Camerata Exaudi
Dirección Musical: Pablo Dzodan
Pianista acompañante: Mirta Di Martino

Sábado 22 de Septiembre - 18:30 Horas
Gran Templo del Palacio Cangallo

Entrada Libre y Gratuita

Organiza R:. L:. Giordano Bruno Nro. 38

7 de septiembre de 2007

Conferencia: La situación energética en nuestro país, análisis y soluciones

Tenida Blanca de Conferencia

“La situación energética en nuestro país, análisis y soluciones”

a cargo del
Dr. (C.P.) Gustavo Adolfo Calleja

Ex Subsecretario de combustibles de la Nación. Presidente y Director del Instituto de la Energía y la Infraestructura de la
Fundación Arturo Illia. Vicepresidente del MORENO (Movimiento para la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora).
Miembro de número del Instituto Nacional Yrigoyeneano (Ley Nº 26.040)

13 de Septiembre de 2007 a las 19.30 horas

Organizan: R:. L:. Carlos Pellegrini Nº 454 y R:. L:. Giordano bruno N° 38

En el Gran Templo
Tte. Gral. Presidente Perón 1242
(Ciudad Autónoma de Buenos Aires)

2 de septiembre de 2007

Sarmiento y la Masonería

El ilustre H:. Sarmiento nació en San Juan un 14 de febrero de 1811, hijo de Don José Clemente Sarmiento, un soldado que lucho bajo el mando del General San Martín y doña Paula Albarracín. Su educación fue mayormente autodidacta ya que solo formalmente termino la escuela primaria, destacándose como un excelente alumno.

Fue, legislador, gobernador de San Juan, Diputado y Senador Nacional, Ministro, Embajador y Presidente de la Nación. Sus más brillantes campos de acción fueron el periodismo, la escritura y su colosal labor por la educación para todos.

Vivió muchos años en el exilo por combatir la tiranía y luchó mucho para vencer la anarquía, y aunque tuvo defectos como cualquier mortal, sus logros son más que suficientes para otorgarle el distintivo de “Prócer”.

Mucho antes de su ingreso a la Francmasonería, Sarmiento pregonaba los preceptos masónicos, educación popular libertad de cultos, el matrimonio civil, instrucción de la mujer; estos pensamientos lo alejaron del sector clerical y la lo aproximaron a los ideales Masónicos.

Pero no fue en Argentina dónde el prócer ingresó a la Masonería, sino que, lo hizo en Chile (país en el cual se exilia en repetidas ocasiones). Su ingreso a la Orden se produce el 27/6/1854 en al logia Unión Fraternal de Valparaíso. Cuando regresa a su patria, es uno de los fundadores de la Augusta y Respetable Logia Unión del Plata Nº 1 como también su primer Orador. Esta logia junto con otras 6 son las fundadoras de la Gran Logia de la Argentina.

El 18 de julio de 1860 distintos representantes de las facciones que mantenía al país son reunidas por el Gran Maestre de la Argentina el Ilustre Hermano José Roque Pérez con el fin de otorgarles a: Domingo Faustino Sarmiento, Justo José Urquiza, Santiago Derqui, Juan A .Gelly y Obes y Bartolomé Mitre -siendo este el único profano-”, el dignísimo honor de Ser elevados al mas alto grado de la Masonería Filosófica, el grado 33. El fin de esta reunión era que los Ilustres Hermanos juraran Sobre la Escuadra y el Compás que harían lo posible por lograr la pacificación nacional.

La actividad masónica de Sarmiento fue intensa. Cuando viaja a los Estados Unidos de América en 1864, el Supremo Consejo y la Gran Logia le encomiendan la misión de establecer contactos con el Supremo Consejo y Gran Logia de citado país .Una vez en allá es recibido por el Presidente Johnson, masón también, quien le hace entrega de un distintivo destacando su actuación, y recibiendo igual trato en Francia.

De regreso a la Argentina es electo presidente y renuncia temporalmente a la Masonería, no por un disgusto con esta, sino para que nada lo distrajera de sus funciones de gobernante .Una vez Terminado su mandato, retoma su participación en la Masonería. El 14 de julio de 1882 se afilia a la Logia Obediencia a la Ley Nº 13 y ese mismo año es electo Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.


Su actividad pública por esos años está relacionada con la educación pública, libre y gratuita. Por sus ideales recibe los ataques del sector clerical, pero el prócer no claudica y las leyes son aprobadas.

En 1888 debido a su estado de salud, se refugia en Asunción de Paraguay.
En dicha ciudad, el 11 de septiembre de ese año y a los 87 de vida, pasa al Oriente Eterno uno de los mas Brillantes Hombres que ha tenido la Republica Argentina

Desde esta humilde pluma, le rendimos el más sincero homenaje al Padre del Aula.

Claudio A. G.
A.: M.:

Agujeros Negros




Concepto que parece de reciente concepción pero esto ya fue concebido hace más de dos siglos.
Un agujero negro es un cuerpo celeste con un campo gravitatorio tan fuerte que ni siquiera la radiación electromagnética puede escapar de su proximidad. Un campo de estas características puede corresponder a un cuerpo de alta densidad con una masa relativamente pequeña como la del sol que está condensada en un volumen mucho menor.



Es un agujero porque las cosas pueden caer, pero no salir de él, y es negro porque ni la luz puede escapar.


Todo agujero negro está rodeado de una frontera llamada “horizontes de eventos” de la cual no se pueda escapar. Cualquier evento que ocurra en su interior queda oculto para siempre para alguien que lo observe desde afuera.

Hasta hoy es imposible describir lo que sucede en el interior de un agujero negro; sólo se puede imaginar, suponer y observar sus efectos sobre la materia y la energía en las zonas externas y cercanas al horizonte de sucesos.


Un agujero negro es un objeto que tiene tres propiedades: masa, espín y carga eléctrica.
En teoría, los agujeros negros vienen en tres tamaños: mini agujeros negros, agujeros negros medianos y agujeros negros súper masivos.


Se cree que en el centro de la mayoría de las galaxias, entre ellas la Vía Láctea, hay agujeros negros supermasivos. La existencia de agujeros negros está apoyada en observaciones astronómicas, en especial a través de la emisión de rayos X.


Los agujeros negros supermasivos de algunas galaxias gigantes crean un entorno tan hostil que impiden la formación de nuevas estrellas.


Los agujeros negros se forman a partir de estrellas moribundas las cuales luego de un proceso natural empiezan a acumular una enorme concentración de masa en un radio mínimo de manera que la velocidad de escape de esta estrella es mayor que la velocidad de la luz. A partir de esto la ex estrella no permite que nada se escape a su campo gravitatorio, inclusive la luz no puede escapar de ella.

La teoría indica que los objetos llamados agujeros negros se formarían cuando una cantidad apreciable de materia cósmica se acumula en un volumen extremadamente reducido del espacio; por ejemplo, luego del colapso de una estrella.

La formación de micro agujeros negros en los aceleradores de partículas ha sido informada, pero no confirmada.

Un agujero negro nunca podríamos observar uno de ellos ya que no reflejarían ni emitirían ningún tipo de radiación ni de partícula. Pero hay ciertos efectos que sí pueden ser detectados. Uno de estos efectos es el efecto gravitatorio sobre una estrella vecina.

Supongamos un sistema binario de estrellas (dos estrellas muy cercanas girando la una alrededor de la otra) en el cual una de las estrellas es visible y de la cual podemos calcular su distancia a la Tierra y su masa. Esta estrella visible realizará unos movimientos oscilatorios en el espacio debido a la atracción gravitatoria de la estrella invisible. A partir de estos movimientos se puede calcular la masa de la estrella invisible.


Con el espectacular avance de los detectores electrónicos en las últimas décadas se han podido enviar satélites con diferentes tipos de telescopios a bordo. Estos telescopios observan el cielo en diferentes regiones del espectro electromagnético (rayos-x, radiación gamma), permitiendo nuevos fenómenos. Esto no se puede realizar desde telescopios terrestres debido a nuestra capa protectora, la atmósfera.



Cuando se observan sistemas en donde una estrella visible está girando alrededor de un cuerpo oculto, se presenta una posibilidad para que este sea un agujero negro, sin embargo, podría ser una estrella demasiado débil para ser vista. Pero, en lo que verdaderamente radica la detección de un agujero negro, es que éste cuerpo comienza a absorber la materia de la estrella, en este proceso la materia describe una trayectoria en forma de espiral (acreción) y adquiere una temperatura muy alta, por lo tanto, se emiten grandes cantidades de rayos X; con este comportamiento se puede concluir: es una estrella de neutrones o un agujero negro.


Los agujeros negros irradian como un cuerpo caliente (radiación de cuerpo negro) y entre más pequeños lo hacen más. "¡Los agujeros negros más pequeños podrían realmente resultar más fáciles de detectar que los grandes!".


A pesar de la dificultad al descubrir los agujeros negros, se estima con certeza que muchas estrellas a través del tiempo en el universo han consumido toda su energía y han tenido que colapsarse. Tal vez el número de agujeros negros es más grande que el número de estrellas visibles .


Hasta el momento no existe ninguna prueba concluyente de la existencia de agujeros negros. Por ser invisibles, sólo podrían ser detectados a través de sus efectos gravitacionales sobre otros cuerpos celestes.


Agujeros negros son más conocidos en sí por la ciencia ficción que por los documentales científicos, pero lo cierto es que en ellos se pueden encontrar un sin fin de respuestas que realmente ahora nos hace falta


Miguel Angel N.
A:. M:.

R:.L:. Giordano Bruno Nro. 38

Ética, Tolerancia y Progreso

En el transcurso del último medio siglo, se ha visto el desarrollo de una aventura científica y humana, que algunos califican de inédita e inimaginable. Nuestra posición crítica y relativista -frente al fenómeno- entiende que esto se debe a una eclosión del pensamiento, que en su carácter imperial, avanza irremisiblemente en magnitud exponencial, de manera tal que ataca todas las prospectivas, modificando nuestros conceptos intelectuales, filosóficos y metafísicos.

La duda es esencial en la investigación y en la vida; la certeza se busca en el replanteo permanente de las dudas. Hubo épocas pretéritas, en que un espíritu lúcido tenía acceso al saber de su época; hoy nuestro acceso al saber es fragmentario, parcial y cargado de incógnitas; tanto que nos acerca a Sócrates en su duda existencial; así va menguando nuestra soberbia. Algo hemos aprendido; no obstante, podemos afirmar con convicción que la ignorancia tiene límites y que todo conocimiento es una liberación.

La ciencia moderna nos ha convencido de que nada de lo que parece obvio es cierto y que todo lo mágico, improbable, extraordinario, gigantesco, microscópico, despiadado y atroz, le pertenece al hombre, por ser cultural e histórico, es decir, pertenece al HUMANISMO.

El concepto de humanismo adquiere sentido dentro de determinado contexto histórico; fuera del mismo, es ambiguo y peligroso. Peligroso por las acciones colaterales que puede desencadenar, al bastardear su alcance y significado, y ambiguo, cuando se lo ubica en algún pasado idealizado que se supone -por ignorancia- libre de conflictos y contradicciones. No confundir realidad con aspiraciones de deseos.

Hace sesenta años se pretendió fundamentar un “nuevo humanismo”, elaborado por intelectuales de prestigio mundial; no había entre ellos ni latinoamericanos, ni africanos, ni asiáticos; vale decir, que estaba compuesto casi exclusivamente por europeos, que pretendían así asumir la representación de los intereses y aspiraciones del mundo todo, ignorando la existencia de la mayor parte del mundo y sus culturas. Este espíritu etnocéntrico -provinciano en el fondo- pese a su erudición, ignoraba la advertencia de aquel sagaz pensador del siglo XVIII, el fisiócrata Dupont de Nemours, cuando alertaba sobre los riesgos de confundir nuestro horizonte mental con los límites del universo.
En este manifiesto apenas se menciona a Freud, a Einstein y a Plank; se los reconoce al pasar, como los autores de “nuevas teorías físicas”.

Seguiremos analizando hechos -los grandes hechos- que precipitan las crisis y su permanente y cíclica superación, donde trataremos de desenredarnos de un humanismo sublimado y donde sin desconocer las vertientes tradicionales, incorporamos los elementos que han modificado sustancialmente las estructuras sociales, en todos sus aspectos; haciendo que debamos repensar el “puesto del hombre en el cosmos” de manera que el humanismo de esta época sea tal, que respetando las diferencias -el derecho a la diferencia- conforme una cosmovisión, orgánicamente articulada sobre una fuerte preocupación social.
Como decíamos al principio de este párrafo, no existe ni viejo ni nuevo humanismo, el humanismo es uno solo; con las características propias y las respuestas para cada contexto histórico; sus pilares antes, ahora y siempre, son la tolerancia y la ética.

Sectores seculares se han manifestado sumamente preocupados por temas tales como el aborto, la eutanasia, la manipulación genética y por lo que denominan “la locura autodestructiva del planeta tierra”; en su prédica sostienen que estos hechos configuran un atentado a la ley natural, tal como surge a la luz de la razón, que encuentra su fundamento en el evangelio y en la revelación.

Nos hacemos partícipes de la preocupación, admitiendo que nuestro irreflexivo culto al progreso y los avances mismos de nuestra lucha por dominar la naturaleza, se han convertido en una carrera suicida, que contrasta con los descubrimientos de los sabios, empeñados en descifrar los secretos de las galaxias y de las partículas atómicas, los enigmas de la biología molecular y los del origen de la vida. No participamos en cambio, en que ese camino nos conduce fatalmente a que el Apocalipsis deje de ser el sueño de un visionario para transformarse en sentencia inexorable. Fingen ignorar el libre albedrío y pretenden desvalorizar la epopeya humana y la hazaña cumplida por el hombre a lo largo del tiempo, y también fingen ignorar que en las leyendas, en que descansa su propia doctrina, leemos que “Dios ordenó a Noé embarcar a todos los animales, los buenos y los malos”, porque el patriarca tenía por misión restituir la vida en la tierra y Dios se prohibió a sí mismo destruir lo viviente, por ser esto por Él creado; de haberlo hecho, sería la negación de su propia obra.
No es cuestión de aceptar resignados el pesimismo apocalíptico, ni vivir la euforia nihilista de los desesperados; asumimos una posición de equilibrio porque la nuestra es la doctrina de la esperanza, y la esperanza está en el desarrollo social. Lo social y lo económico no son excluyentes, no son fenómenos distintos, sino aspectos de un mismo hecho, que es el aumento de la capacidad productiva de una sociedad; pero insistimos en el equilibrio y en el cuidado de que uno de los sectores no mengüe la capacidad de reacción del otro.

Empresas biotecnológicas sostienen centros de investigación y patentan procesos genéticos, que son comercialmente promisorios; esto provocó la reacción de tradicionales representantes religiosos. Por unanimidad católicos, evangélicos, ortodoxos, judíos, musulmanes y budistas declararon: “creemos que los seres humanos y los animales son creaciones de Dios y no del hombre, y como tales no deberían ser patentados como inventos humanos”.

No se trata aquí de un encontronazo entre religión y ciencia, sino que es un delicado asunto moral. Analicemos cómo los millones de dólares afectan el futuro de la industria biotecnológica y las instituciones de investigación que comercializan genes. Sin la protección de una patente, no habría drogas de avanzada, sería grotesco excluir a un organismo elaborado genéticamente, que depure los derrames de petróleo, o una sustancia desarrollada a partir de genes humanos que desbloquea las arterias en las víctimas de un infarto.


Pero ¿Cuáles son los límites morales de la ingeniería genética y quiénes los establecen, para evitar que los científicos respondiendo a otros sectores –económicos o de poder político-, alteren los embriones humanos para crear hombres programados con el argumento de la utilidad social?

Si el medio ambiente se salva, es porque los hombres le encuentran una razón económica. Las ganancias, el éxito empresarial y la protección del medio ambiente no se excluyen; actualmente se le quitó al cultivo ecológico su imagen de pasatiempo para ecofanáticos, para satisfacer las más altas exigencias de los consumidores.

Es necesario trabajar en pos de una conciencia ecológica; los pueblos que así lo entiendan, presionarán con su poder ciudadano a sus gobernantes y éstos a las empresas, para que incluyan en sus costos los perjuicios al medio ambiente, de lo contrario la comunidad toda afrontará las consecuencias de la imprevisión.

La quema desaforada de combustibles, acarrea hoy en día el problema ecológico más preocupante: el recalentamiento de la atmósfera terrestre, por exceso de dióxido de carbono, y el consecuente efecto invernadero.

Los combustibles fósiles en vías de agotarse, encuentran su reemplazo en la energía eólica, en la energía hidráulica, en la mareomotriz y en la fusión nuclear en frío, heredera de la fisión atómica, pese a su alucinante remisión a Hiroshima y Chernobyl.

Los bosques son necesarios para absorber el exceso del dióxido de carbono; los emprendimientos forestales destinados a la fabricación de papel serán reemplazados por papel de origen mineral, que es incombustible y reciclable; los detergentes sin fosfatos son una realidad.

Empresas auspician y desarrollan el cultivo en terrazas, con sofisticados sistemas de irrigación, semejantes a los destruidos por los conquistadores y que eran el reaseguro de la supervivencia de las poblaciones autóctonas que respetaban la naturaleza. Se trabaja en las aguas costeras de la Antártida en biología marina, relacionando a través de complejas tecnologías al océano, los hielos, la atmósfera, el fondo marino, la flora y la fauna, corrigiendo las anomalías del sistema climatológico que perjudican los ciclos reproductivos de las especies marinas.

La ecología, término utilizado por especialistas y por seudo defensores, interesados en desviar propósitos dignos en ocasiones –no siempre-, debe incorporarse al lenguaje cotidiano, como mandato con magnitud de precepto.

El derecho a la alimentación es un derecho en el que está en juego la vida o la muerte; cuando alguien no tiene posibilidades de comer, puede suceder que muera sin llamar la atención, o que emigre a las ciudades, incorporándose a lo que se ha dado en llamar “el problema social”, que a la postre estalla en actos violentos y rebeliones. Muchas veces, conflictos atribuidos a factores ideológicos o étnicos, tienen su transforndo en el flagelo del hambre.

Sin entrar en detalles estadísticos, sabemos que emprendimientos agrícolas, avícolas y ganaderos, sin la pretensión de incorporarse a la explotación engarzada en la línea de las economías de mercado, son positivas para la subsistencia digna de pequeñas comunidades; los alimentos para saciar el hambre, hoy por hoy no son un problema para la producción, sino apenas un problema de distribución.

Las grandes transformaciones en la civilización tuvieron como sustento grandes cambios en la capacidad productiva de la sociedad. La aparición de la agricultura da comienzo al progreso social y mental de la humanidad, con el establecimiento de la vida sedentaria y la sociedad urbana.

No fueron profetas iluminados los que determinaron los grandes cambios históricos del progreso social, sino los avances en las técnicas productivas; la revolución industrial es otro ejemplo.

La cruel verdad histórica es que sin progreso económico y métodos técnicos para crear riqueza, la sociedad, y toda pretensión de progreso social, están condenadas al fracaso.

Se ha entablado una carrera contra el tiempo, debiendo contar con el riesgo, derivado de eventuales tomas de decisión políticas, económicas y tecnológicas incorrectas. Los grandes desafíos están frente a nosotros, no podemos evitar el choque; confiemos en el sentido de conservación de la especie y en la potencial lucidez y creatividad de los esclarecidos, neutralizando todo pronóstico ominoso.

Con el paso de la aldea aristotélica a la aldea planetaria, debemos retomar la idea de los micro-mundos humanos –símbolo de la granada- dónde las personas no sean intercambiables; que no sean espectadoras de lo mismo, sino que vivan sus personales experiencias junto a sus afines, lejos de aquellos que quieren destruir al mundo, para volver a los “viejos tiempos”.

Sobre la base de la actual civilización, tenemos que alcanzar el renacimiento de la individualidad, debemos construir la nueva sociedad ética y tolerante en torno de las gentes, agrupadas en millones de micro-mundos.


Jorge P., M:.M:.

Orador Fiscal

R:.L:.Giordano Bruno Nro. 38

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