La Masonería no es una sociedad de elite, sino que reúne a individuos de distintas religiones, diferentes ideas políticas, desiguales niveles culturales, intelectuales, sociales y económicos. Esto es, distintas formas de pensar y de vivir. Esa es su riqueza.
A la Masonería no le interesa la uniformidad de pensamiento de sus miembros; su objetivo es plasmar hombres libres, dignos, responsables, fraternos, solidarios, justos, puros y limpios en sus ideales, generosos en los campos de la vida. Que cada uno desarrolle su propia personalidad, tenga su propia opinión sustentada en el conocimiento, y pueda llegar a la verdad teniendo como apoyo la razón humana, basada en la ciencia pero sin dejar de lado el aspecto espiritual.
El trabajo masónico tiene dos vertientes, una filosófica y otra social, ambas necesarias. Puede ser que un masón concreto prefiera inclinarse más por un aspecto que por otro, pero cada cual es libre de aportar los trabajos que prefiera.
En masonería no caben dogmas (verdades que no se cuestionan), estando abierta a todas las actitudes respetuosas con las formas de pensar ajenas.
La Masonería es tolerante, porque aun cuando trabaja sobre la creencia en un ser supremo, origen de la existencia de todo lo creado, al cual se dedican todos sus actos, la masonería no apoya ni predica ningún credo o teología, e invita a sus miembros a que practiquen las creencias de su preferencia.
Produce una gran sensación el ser parte de una filosofía y un modo de vida en el que cada hombre, al ingresar como masón a la orden, llega a comprender que nunca debe estar conforme con lo que es, y en el que por convicción interior dedica su tiempo a desarrollar su conciencia en búsqueda de una perfección interior que buscará reflejar en la sociedad.
La Masonería, adoptando distintas formas, es la única institución que ha podido vivir a través de los siglos, de las pasiones y de las tragedias humanas, desde que el hombre comenzó su existencia inteligente en el mundo.
Consultando la Historia de la Humanidad se adquiere el convencimiento de que la Masonería es una de las organizaciones que más ha contribuido al progreso moral, intelectual y social de los pueblos. Involucrada en los hechos más prominentes de la historia, ninguna otra ha realizado trabajos y sacrificios tan importantes ni ha sido a su vez tan perseguida por los déspotas, fanáticos y enemigos del saber. Pero ninguna sociedad ha reunido en su seno a tantos hombres ilustres que más se han distinguido como estadistas, filósofos, artistas, científicos, militares, etc. en todos los países del globo.
Han sido masones, entre muchísimos otros: George Washington, Lafayette, Winston Churchill, Benjamín Franklin, Franklyn D. Roosevelt, Voltaire, Simón Bolívar, Montesquieu, Napoleón, Wolfgang Amadeus Mozart, Salvador Allende, Oscar Wilde, Victor Hugo, Henry Ford, etc.
Masones Ilustres Argentinos
He aquí algunos de nuestros antecesores ilustres que han honrado la Masonería Argentina, cuyos pasos tratamos de seguir:
José de San Martín, quien nos dio patria y libertad. Manuel Belgrano, creador de nuestro pabellón nacional. Vicente López y Planes quien nos legara el Himno Nacional. Mariano Moreno, arquitecto de la patria. José Roque Pérez, impulsor de la unión nacional.
Masones fueron varios presidentes de la República Argentina: Rivadavia, López y Planes, Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre, Domingo F. Sarmiento (ex-Gran Maestre), Juárez Celman, Pellegrini, Manuel Quintana, Figueroa Alcorta, R. Sáenz Peña, Victorino de la Plaza, Hipólito Yrigoyen, Agustín P. Justo.
Prestigiaron nuestro Congreso Nacional: Leandro N. Alem (ex-Gran Maestre), Aristóbulo del Valle, Joaquín Castellanos, Emilio Gouchón (ex-Gran Maestre), Belisario Roldán, Luis María Drago, Valentín Alsina, Delfín Gallo, Juan Balestra, Carlos Conforti, Juan Luis Ferrarotti y Lisandro de la Torre, en unión de cientos de otros legisladores masones.
Entre otros reconocidos masones podemos encontrar a: José Hernández (Autor del Martín Fierro), José María Ramos Mejía, Joaquín V. González, Leopoldo Lugones, , Esteban Echeverría, Carlos Durand, Cosme Argerich, Carlos F. Pellegrini, Guillermo Brown, Cornelio Saavedra,
Son miles los hombres ilustres que han sido miembros de la Masonería (Reyes, Políticos, Artistas, Filósofos, etc.)
Y también son miles aquellos que en el más absoluto anonimato han trabajado
por mejorar a toda la humanidad